Toda historia con un buen título, un papel elegido con elegancia, hasta una tipografía con arte, influyen a la hora de atraer a nuestro lector para conseguir que se adentre en cada párrafo, se sienta parte de nuestra aventura y se pierda en la lectura escapando del día a día. ¿Qué mejor lugar dónde perderse que avanzando por los pasillos de una de las librerías de referencia cultural de nuestra ciudad?

Además, si leer un libro reduce el estrés, mejora las habilidades sociales, nos hace más inteligentes entre otros muchos beneficios, ¿Qué nos producirán todos juntos?

En armonía con la arquitectura del S.XX de la Gran Vía, la nueva Casa del libro reabre sus puertas transmitiendo modernidad y elegancia.

Sus más de 3.800 m2 distribuidos en 5 plantas, son espacios diáfanos donde las paredes interiores se adaptan a las diferentes funciones.

Integrado con el entorno encontramos un auditorio orientado a sus lectores.

Uno de los elementos más potentes del proyecto son los techos de pladur, juegan con una geometría de líneas ortogonales y su colocación a diferentes alturas, donde se oculta la iluminación indirecta a través de unas tiras de led, que generan un clima cálido a todo el espacio.