Diseñar y construir edificios eficientes que ayuden a convertir nuestras ciudades en ciudades sostenibles, este es el reto al cual se tienen que enfrentar las empresas de construcción.

La sostenibilidad tendrá que dar un paso más y no quedarse en una mera responsabilidad medioambiental, si no también jugar un papel fundamental en el desarrollo económico, social y cultural.

Construir edificios sostenibles supone un importante ahorro económico gracias al menor consumo energético: una mejor iluminación, un aire de mayor calidad y en general unas instalaciones que mejoren la vida de los usuarios. Y este tipo de medidas son aún más importantes en momentos como los que se han vivido durante los últimos años, con recesión económica y tendencias a nivel mundial que afectan a todo el planeta de una manera u otra.

Ampliando el enfoque, y traspasando su importancia en lo referente a los hechos monetarios, podemos entender que un desarrollo sostenible de las ciudades ayudaría no solo a reducir el impacto económico sobre empresas y familias si no también a frenar las emisiones de CO2 frente al cambio climático. Esto llevaría a una mejora de la salud en un corto y medio plazo, especialmente en países como India o China, donde se encuentran las regiones con las tasas de mortalidad más altas relacionadas con la contaminación del aire, la construcción de edificios sostenibles sería, si no la solución, por lo menos un buen inicio.

Y cuando hablamos de sostenibilidad no es importante únicamente el uso de las últimas técnicas y tecnologías: El uso de materiales adecuados puede ser fundamental a la hora de conseguir avanzar al máximo en este aspecto. Los elementos reciclados y el uso de materiales de Kilómetro Cero (productos que sean locales para evitar el impacto del transporte y favorecer la economía domestica) favorecerán las economías locales además de reducir el impacto medioambiental derivado de transportes.

Fuente: Expansión

Imagen: Ciudades Sostenibles