Las nuevas tecnologías tienen como principal función, en sus aplicaciones en la construcción y el diseño, acortar plazos y facilitar todos los procesos relacionados con estas disciplinas (ya sea por ser más eficientes, por solventar problemas logísticos como la distancia entre personas, etc.). Y dentro de esos beneficios está la de utilizar las bondades del mundo digital para la simulación y modificación de espacios.

Para conseguir esa simulación, hasta ahora, primaba el uso de programas de diseño 3D y retoque fotográfico con los que se construían imágenes digitales que servían para componer espacios y el diseño de éstos. Sin embargo, los últimos años han traído consigo la aparición de una nueva tecnología que ha supuesto toda una revolución de este campo, la realidad aumentada.

Una de las principales ventajas que propone la realidad aumentada para el diseño y la construcción es la rapidez y versatilidad que da a cualquier profesional a la hora de realizar una simulación sobre un espacio. Realizar una prueba de 3 elementos alternativos sobre un mismo lugar puede conllevar menos de 30 segundos para conseguir la elección adecuada. Y como gran ventaja, la realidad aumentada utiliza como base el espacio real donde posteriormente se realizarán los trabajos.

Por tanto, para este tipo de trabajo en muchas ocasiones es suficiente con contar con un dispositivo móvil cerca (tablet o smartphone) y alguna de las muchas aplicaciones disponibles para estas tareas. Algunas de las más comunes son iStaging o Houzz, que aunque tienen diferencias sustanciales, tienen la misma filosofía de fondo. Aunque este tipo de aplicaciones todavía están muy enfocadas al diseño de interiores, el futuro parece dejar claro que esta tecnología llegará para todo tipo trabajo constructivo.

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Imagen: Realidad Aumentada