La eficiencia ha sido siempre un valor en la industria alemana y desde hace unos años, la eficiencia energética se ha convertido en el pilar de la construcción de edificios en el país. Desde hace más de 15 años, Alemania ha pasado a ser el líder del continente europeo en lo que a construcción de edificios eficientes desde el punto de vista energético se refiere.

Los principales métodos que se han empleado para conseguir esta transformación pasan por cambios tan simples como utilizar un aislamiento térmico de gran capacidad, aprovechar el propio calor humano en la configuración de las estancias y colocar sistemas de ventilación que ayuden al funcionamiento energético de la edificación. La combinación de estos factores y algunos más ha provocado la aparición de las llamadas casas pasivas. El último grito en Alemania es la llegada de los hogares de energía plus, que no sólo no consumen energía si no que son capaces de generar más energía de las que necesitan.

Hay que tener en cuenta la importancia que puede tener el ahorro energético en un país donde los inviernos producen temperaturas casi gélidas donde, durante meses, el uso de energía para aumentar la temperatura los edificios se convertía hace años en fundamental. Para conseguir un verdadero ahorro energético, en Alemania se ha retomado el uso de materiales que hasta ahora se habían descartado para la construcción de edificios, como ya hemos hablado en otras ocasiones, como madera o paja, por ejemplo.

Una de las principales cualidades de la paja es su capacidad de aislamiento térmico, para sorpresa de muchos. Hay que destacar que se trata de un producto totalmente sostenible y cuya producción no necesita apenas de recursos energéticos (tanto de transporte, eliminación de desechos, etc.). Los últimos estudios demuestran que las casas que utilizan la paja como aislante necesitan de un 10% menos el uso de la calefacción frente a las construcciones convencionales.

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Imagen: Zócalo